5/5 Carlos O. 2 years ago on Google • 658 reviews
Siempre
ha
sido
algo
difícil
en
mi
casa
decidirnos
por
un
nuevo
coche,
aunque
la
decisión
final,
por
unas
razones
u
otras
siempre
ha
acabado
por
ser
bastante
más
fácil
que
al
principio.
Cuando
hace
unos
meses,
mi
mujer
se
quedó
prendada
mirando
a
un
Tesla
model
3
en
Marineda
City,
nunca
pensé
que
sería
un
coche
a
tener
mínimamente
en
consideración.
Pero
esa
hora
y
pico
en
la
que
un
chico
llamado
Carlos
dedicó
a
explicar
pormenorizadamente
las
ventajas
de
los
coches
eléctricos
y
de
los
Tesla
en
especial
hizo
que
las
cosas
cambiasen
rotundamente
y
que
lo
que
inicialmente
era
una
simple
visita
de
curiosidad
pasase
a
ser
un
giro
de
180
grados
hacia
nuestra
intención
en
cambiar
uno
de
nuestros
coches
por
un
EV.
Carlos
pasó
a
ser
nuestro
asesor,
y
una
persona
que
hizo
todo
lo
que
podía
hacer
para
ayudarnos
a
comprar
el
model
3.
De
hecho,
pasó
de
ser
un
vendedor
a
ser
un
amigable
asesor,
donde
las
bromas
entre
fabricantes
de
coches
y
modelos
que
nosotros
íbamos
probando
se
fueron
incrementando,
pero
siempre
desde
el
respeto.
Sobrepasó
a
todos
los
vendedores
que
yo
he
conocido
en
amabilidad,
cercanía,
conocimiento
del
entorno
en
la
que
trabajaba,
y
en
ayudar
a
superar
todos
los
obstáculos
que
nos
fuimos
encontrando
en
el
camino
y
que
a
la
postre
evitó
su
compra.
Pero
desde
luego
no
ha
sido
por
este
vendedor
al
que
le
auguro
un
brillante
futuro
sino
porque
no
se
alinearon
ciertos
elementos
en
nuestro
camino
que
dificultó
la
situación.
Solo
voy
a
decir
que,
en
enero,
si
hubiese
tenido
un
coche
para
achatarrar,
el
coche
estaría
ya
en
nuestras
manos
y
en
gran
parte
gracias
a
la
credibilidad
y
esfuerzo
de
este
chico.
En
una
eterna
lucha
entre
la
cabeza
y
el
corazón,
donde
el
corazón
se
ilusionaba
con
un
model
3
rojo,
amparadon
en
la
belleza
del
coche
y
la
seguridad
de
los
supercargadores
en
nuestros
viajes
largos,
tomamos
la
decisión
final
de
usar
la
sangre
fría
apoyados
en
una
serie
de
cicrcumsntancias
personales
en
la
decisión
final
y
nos
alejó
definitivamente
de
comprar
el
model
3.
En
este
caso
y
por
primera
vez
en
mi
vida,
el
corazón
no
me
impulsaba
solamente
por
un
coche
cuya
conducción
enamora
cada
minuto
del
viaje,
sino
también
por
un
vendedor
que
estuvo
a
la
altura
en
todo
momento
y
que
nos
trató
de
una
forma
que
fue
más
allá
en
todos
los
sentidos.
Carlos,
esta
vez
no
nos
ha
podido
vender
el
coche
y
conoce
el
motivo.
No
ha
sido
por
el
coche
ni
tampoco
ha
sido
por
su
culpa.
Pero
espero
de
todo
corazón
que
nuestro
camino
se
reencuentre
en
un
futuro
y
aunque
no
esté
en
Coruña,
doy
mi
palabra
de
recorrer
lo
que
haga
falta
para
que
ese
Tesla
que
seguramente
tengamos
en
un
futuro,
sea
gestionado
por
él.
Tesla
se
ha
ganado
un
vendedor
no
de
10,
sino
de
15
y
por
primera
vez
en
mi
vida
me
pesa
más
no
comprar
el
coche,
no
por
el
estupendo
vehículo
en
sí,
sino
por
el
encomiable
trabajo
de
un
vendedor/compañero
que
estuvo
muy
por
encima
de
la
altura
de
su
propia
marca,
lo
que
dice
muchísimo
de
él.
Gracias
Carlos.
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