1/5 Sara 1 year ago on Google
No
me
gustó
nada.
Primero
de
todo,
el
servicio
lento,
porque
había
solo
dos
chicas
atendiendo,
una
camarera
y
una
haciendo
todos
los
pedidos.
Pero
lo
peor
llega
con
la
carta,
fatal
organizada,
en
un
lugar
te
pone
la
parte
de
pastelería
con
un
precio
y
luego
en
otra
parte
junto
a
los
gofres
te
pone
el
precio
de
dos
tartas
en
las
que
te
cobran
el
doble,
no
tiene
sentido,
da
lugar
a
equivocación.
Si
vas
allí
asegúrate
de
leer
la
carta
entera
no
solo
la
parte
que
te
interese
para
no
llevarte
sorpresas
como
me
pasó
a
mi.
Los
salitos
son
carísimos
también,
te
cobran
más
del
doble
que
en
una
confitería.
Mi
consejo
es
que
si
quieres
tomarte
un
buen
dulce
te
vayas
a
una
pastelería
que
te
cobran
como
mucho
1.60
por
un
trozo
de
tarta
y
está
muchísimo
más
buena
que
la
que
te
ponen
allí
por
3
y
pico.
No
volveré.
Cómo
se
ve
en
la
respuesta
del
propietario,
no
tienen
mucho
respeto
por
el
cliente.
Esa
foto
es
de
una
vez
que
fui
con
mi
pareja,
pero
subiré
también
la
de
la
vez
de
la
que
hablo
aquí,
no
entiendo
cómo
pueden
llamar
mentiroso
al
cliente.
Lo
del
dinero
me
parece
otra
falta
de
respeto,
ya
no
solo
como
cliente
sino
como
persona,
ataca
a
la
dignidad,
sobre
todo
porque
lo
que
me
faltaban
eran
2
euros,
lo
demás
lo
tenía
y
me
lo
prestó
mi
amiga,
no
tuvo
que
pagarmelo
ningún
cliente,
yo
nunca
dejaría
nada
a
deber
a
nadie.
Y
respecto
a
lo
que
dice
que
no
tengo
ni
idea
de
mantener
un
negocio,
creo
que
no
debería
hablar
sin
saber
que
mi
familia
ha
tenido
un
restaurante
durante
muchos
años
y
nos
ha
ido
tan
bien
que
venían
personajes
públicos.
Lo
dicho,
en
su
respuesta
me
llama
indirectamente
inculta
por
no
entenderlo
(no
creo
que
una
persona
como
yo
que
ha
ganado
premios
literarios
lo
sea),
pobre
por
no
llevar
más
dinero
del
que
iba
a
gastar,
mentirosa
porque
dice
que
las
fotos
no
son
mías
(lo
gracioso
es
que
está
en
mi
Instagram,
se
puede
demostrar
que
lo
es)
y
me
invita
a
ir
a
pelearme
allí.
Otra
cosa
que
no
entiendo
es
por
qué
habla
en
plural
si
es
una
opinión
mía
no
de
la
persona
que
me
acompañaba,
no
es
ético
atacar
a
una
persona
que
ni
siquiera
se
ha
dirigido
a
él.
Sin
palabras
me
dejó.
No
deberíamos
ser
juzgados
ni
insultados
por
dar
nuestra
opinión
con
las
palabras
correctas
y
sin
faltar
al
respeto,
vivimos
en
un
país
con
libertad
de
expresión,
nunca
me
pasó
eso
con
ningún
negocio
al
que
he
reseñado.
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