5/5 José A. R. 7 months ago on Google
Perderse
por
este
paisaje
kárstico
es
un
flipe.
Ver
las
antiguas
galerías
por
donde
se
movían
los
mineros,
el
aroma
de
la
vegetación
(había
llovido
la
noche
anterior)
te
rodea
de
forma
agradable
mientras
sigues
el
trazado
complejo
de
este
antiguo
yacimiento
de
hierro
y
ahora
geoparque
kárstico
nombrado
patrimonio
por
la
UNESCO.
Hay
zonas
de
gran
peligro
que
si
no
se
es
prudente
pueden
costarte
muy
caro.
Pero
si
bajas
por
los
lugares
correctos
y
con
buen
calzado
de
trekking
no
habrá
problemas
(imprudentes
abstenerse),
hay
que
tener
los
sentidos
muy
en
alerta.
La
experiencia
visual
es
impresionante
y
te
hacen
ver
la
escala
de
la
explotación
minera
y
lo
pequeños
que
somos
frente
a
la
naturaleza.
Sed
prudentes
y
disfrutaréis
una
gran
experiencia.
Es
una
pena
que
no
se
haya
acometido
la
reconstrucción
de
las
antiguas
viviendas,
tanto
de
los
gerifaltes
británicos
como
de
los
humildes
mineros,
cuya
curiosidad
es
que
a
diferencia
de
la
residencia
de
capataces
e
ingenieros,
carecían
de
baños
y
aseos
O_O
También
hay
numerosos
vestigios
de
edificios
relacionados
con
el
antiguo
tren
minero,
cuyo
recorrido
ahora
es
una
de
las
vías
verdes,
buen
trazado
para
andar
en
un
gran
entorno
natural.
Junto
a
las
ruinas
hay
un
pequeño
poblado
y
un
bar,
con
precios
asequibles
y
los
productos
tenían
buena
pinta
y
mejores
aromas.
Hoy
llevaba
bocata,
no
paré
a
comer,
pero
estudié
la
carta
;)
Es
sorprendente
las
encinas
y
alcornoques
de
gran
tamaño
en
la
zona.
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