5/5 Damian Pablo Rojas M. 10 months ago on Google
De
mi
viaje
a
Italia
con
mi
familia
de
once
días,
sin
lugar
a
dudas
de
los
sitios
donde
nos
hemos
quedado
a
dormir,
este
será
el
lugar
que
nos
acordaremos
siempre.
Un
lugar
idílico
por
muchas
razones,
primero
donde
está
ubicado
en
lo
alto
de
una
colina,
el
antiguo
convento
franciscano
está
rodeado
de
un
sugerente
prado
rodeado
de
árboles,
con
un
pasillo
de
cipreses
que
te
dan
la
bienvenida
o
en
la
parte
trasera
dos
centenarios
robles
a
cuyos
pies
hay
unos
sillones
donde
leer
o
simplemente
estar
sentado
y
respirar
paz
y
tranquilidad.
El
antiguo
convento,
donde
estaban
las
celdas
hoy
son
las
habitaciones,
la
nuestra
ocupada
por
tres
personas,
super
amplia
y
limpia
igual
que
el
cuarto
de
baño
que
tenía
además
de
ducha
una
enorme
bañera,
abrir
las
ventanas
era
un
placer
por
el
aire
que
entraba
y
las
vistas
espectaculares
que
contemplaba.
El
desayuno
era
en
el
antiguo
refectorio
del
convento,
todo
muy
rico
y
variado.
El
primer
día
era
el
convento
para
nosotros.
A
destacar
Orieta,
la
simpática
y
agradable
señora
que
nos
recibió
y
atendió
en
el
desayuno
los
tres
días,
tiene
el
convento
que
es
una
maravilla
y
tuvo
el
detalle
de
abrir
la
capilla
para
que
la
viéramos.
Además
está
al
lado
de
Mondaino
un
pequeño
pueblo
con
mucho
encanto
y
además
al
estar
cerca
nos
sirvió
de
base
para
conocer
Urbino
y
San
Marino
y
otros
pequeños
pueblos
medievales
vecinos.