4/5 Manuel C. 1 year ago on Google
Vamos
por
partes:
El
local
es
una
barra
de
cara
al
público
donde
tienen
varias
pizzas
expuestas
que
son
de
las
que
puedes
elegir
tu
porción.
Tienen
un
buen
horno,
por
lo
que
me
decidí
a
probar
su
pizza
al
verlo.
El
hombre
que
atiende
no
es
la
persona
más
simpática
del
mundo,
ni
mucho
menos,
no
obstante,
la
mujer
que
está
con
él
sí
desprende
amor
y
amabilidad,
lo
cual
se
agradece;
y
el
repartidor
también
me
pareció
majete.
Ahora
vamos
a
la
pizza:
Puedo
decir
que
he
comido
muchas
pizzas
en
muchos
países,
por
supuesto
en
Italia
en
todas
sus
zonas,
y
contando
que
nada
se
puede
equiparar
a
lo
que
hacen
allí,
las
pizzas
son
muy
correctas.
Repetiría
seguro.
Los
ingredientes
son
frescos.
Siempre
pido
la
prosciutto
funghi
(no
sé
como
se
llama
aquí)
y
en
este
caso
el
jamón
es
como
debe
ser,
ni
un
mal
jamón
ni
uno
de
excesiva
calidad,
los
champiñones
son
frescos
y
la
cantidad
de
ingredientes
es
buena
tirando
a
generosa
como
se
puede
ver
en
la
foto.
El
sabor
muy
bueno.
Tal
vez
el
tamaño
no
es
demasiado
grande
para
el
precio
(10
euros),
pero
ok.
Por
cierto,
el
orégano
lo
puedes
echar
por
encima
o
no,
pero
si
lo
haces,
siempre
debe
ser
al
sacarla
del
horno,
como
hacen
aquí,
o
si
no
se
quemará.
La
porción
es
de
una
margarita
que
si
ya
la
pizza
de
por
si
es
sosilla
(quitando
la
que
te
comes
en
Roma
en
casi
cualquier
pizza
al
taglio,
que
me
parece
sublime)
pues
al
ser
en
porción
recalentada,
yo
no
la
pediría.
La
masa:
tengo
mis
dudas
ya
que
no
me
he
quedado
a
ver
la
elaboración.
Está
buena
de
sabor,
pero
creo
que
es
congelada,
que
no
quiere
decir
que
sea
mala,
pero
todas
las
pizzas
son
demasiado
perfectas,
demasiado
circulares,
y
eso
no
pasa
cuando
estiras
la
bola
de
masa
al
momento
para
hacer
la
pizza.
Como
decía,
es
un
buen
lugar
en
el
que
cogerse
una
pizza
y
comérsela.
Los
comentarios
que
atacan
la
calidad
de
las
pizzas
o
sus
ingredientes
no
me
parecen
justos
ni
objetivos,
los
que
atacan
al
tiempo
de
reparto,
lo
desconozco
ya
que
yo
estaba
demasiado
cerca,
y
los
que
se
quejan
de
la
amabilidad
del
hombre,
que
imagino
será
el
dueño…
ahí
si
que
tengo
que
coincidir.
Y
como
sé
que
probablemente
lo
leerá,
me
gustaría
comentarle,
sin
acritud,
que
un
poco
de
la
actitud
de
la
mujer
que
está
con
él,
no
le
vendría
mal,
que
al
final
es
la
cara
del
negocio,
y
unas
malas
palabras
pueden
declinar
la
balanza
a
ganar
un
cliente
o
perderlo,
y
nunca
se
sabe
quien
está
al
otro
lado.
Un
saludo
y
les
deseo
muchos
éxitos
con
su
negocio.
2 people found this review helpful 👍