5/5 Julio G. 1 year ago on Google
Este
restaurante
es
de
mis
preferidos
en
Puerto
Cortés.
Para
empezar
hay
suficiente
espacio
para
estacionar
frente
al
restaurante,
el
cual
queda
al
fondo
de
un
edificio
comercial
y
no
parece
que
hubiera
un
restaurante
ahí...pero
una
vez
adentro,
es
muy
acogedor
y
el
concepto
es
básicamente
de
espacios
amplios,
con
las
mesas
bajo
techo.
La
atención
del
mesero
fue
excepcional,
un
muchacho
que
irradia
entusiasmo
que
contagia.
La
comida
es
muy
deliciosa,
aunque
debo
decir
que
me
sorprendió
y
gustó
más
la
comida
de
mariscos
que
la
propia
especialidad
de
la
casa
(asados)...si
vas
a
comer
fettuccine
con
camarones,
no
te
vas
a
equivocar,
el
plato
es
enorme
y
el
sabor
es
buenísimo...igualmente,
los
camarones
y
el
caracol
al
ajillo
están
de
lujo.
Con
los
asados,
estaban
un
poco
secos
a
mi
gusto,
pero
el
anafre
de
frijoles
con
tortillas
fritas
son
una
delicia.
Recomiendo
el
jugo
de
naranja
agria
también.
Encima
de
todo,
está
el
ambiente,
muy
agradable
y
relajado...y
lo
que
corona
todo
es
que
en
ese
restaurante
está
prohibido
el
reguetón...el
concepto
de
música
que
ambienta
el
restaurante
es
de
los
80'
y
90's
en
español
y
en
inglés...los
recuerdos
van
a
aflorar
mientras
comes
buena
comida.
Sin
duda,
este
restaurante
es
un
lugar
forzado
para
disfrutar
en
el
Puerto...100%
recomendado
para
familias,
parejas
o
para
comer
solo
si
se
quiere.
