4/5 Javier G. 6 years ago on Google
La
primitiva iglesia
de
la
Encarnación de
un
colegio
jesuita,
fue
fundada
en
1568
con
la
ayuda
de
los
Marqueses
de
Priego,
la
mediación
de
Francisco
de
Borja
y
la
presencia
de
Juan
de
Ávila,
que
pediría
que
fuese
enterrado
en
ella,
como
así
se
hizo.
Como
la
iglesia
se
quedó
pequeña,
los
jesuitas
decidieron
construir
una
mayor
en
1726,
en
el
estilo
típico
de
la
Compañía,
pero
las
obras
no
llegaron
a
su
fin
al
producirse
la
expulsión
de
los
jesuitas
en
1767.
Después
de
la
desamortización
de
Mendizábal,
pasó
a
propiedad
privada,
hasta
que
Francisco
de
Alvear
y
Gómez
de
la
Cortina,
VI
Conde
de
la
Cortina,
gran
mecenas
local,
compró
el
terreno
y
el
inmueble
y
terminó
la
iglesia,
conservando
la
planta
del
modelo
jesuita
y
entregándola
a
la
Compañía
de
Jesús,
que
la
abriría
al
culto
en
1944.
En
su
interior,
además
del sepulcro
de
San
Juan
de
Ávila,
se
conserva
un
sepulcro
de
la
Casa
de
Aguilar.
Entre
sus
pinturas
destacan
un
Ángel
de
la
Guarda
atribuido
a Valdés
Leal,
un
Santo
Domingo,
atribuido
a Zurbarán,
una
Virgen
de
la
Paz,
de
autor
anónimo
del
siglo
XVI
y
varias
atribuciones
a Vicente
López.
La
antigua
iglesia
de
la
Encarnación
y
posteriormente Santuario
de
San
Juan
de
Ávila fue
elevada
a
la
categoría
de
basílica
menor
por
decreto
De
titulo
Basilicae
Minoris
de
fecha
20
de
junio
de
2012,
firmado
por
el
Prefecto
de
la
Congregación
para
el
Culto
Divino
y
la
Disciplina
de
los
Sacramentos,
el
cardenal
español
Antonio
Cañizares
Llovera.
La
basílica
está
dedicada
a
San
Juan
de
Ávila,
patrono
del
clero
secular
español
y
futuro
doctor
de
la
Iglesia
en
octubre
de
2012
y
en
ella
se
albergan
sus
restos,
guardados
en
el
"Arca
del
Testamento".
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