4/5 EL Tragón R. 4 years ago on Google
(Translated
by
Google)
It
is
one
of
the
oldest
cafes
in
the
historic
center,
its
decoration
and
wear
from
years
confirm
this
feeling
when
you
walk.
If
you
love
photography
and
do
come
to
the
center
looking
for
targets,
cameras
and
accessories,
you
have
surely
caught
your
attention
because
of
the
contrast
it
has
with
other
businesses
Donceles
Street.
Many,
including
Ms.
Tragón
Ramirez,
how
delicious
it
is
their
pay
of
jujube
and
so
good,
it's
definitely
a
must-see
this
place
has
a
delightful
mix
of
textures
that
makes
it
irresistible
to
the
palate
speak.
Another
delight
about
this
place
are
their
wedding
fingers.
I've
tried
other
Lebanese
restaurants
and
small
are
almost
always
very
sweet
and
coverage
hits
you
in
the
teeth.
The
ones
here
are
very
long,
almost
like
a
flag
and
sweet
needed
to
accompany
that
with
a
double
expresso.
Coffee
here
serve,
has
a
large
presence
of
acidity
and
earthy,
reminds
me
of
the
taste
of
the
prepared
coffees
in
places
like
coffee
Havana,
Emir,
Grand
Prix.,
Old
cafes
and
/
or
classic
seeking
cafes
with
character
and
unsophisticated.
Wednesday
the
owner
of
the
place
prepares
homemade
Lebanese
food
so
the
menu
is
rice
noodles,
meat
and
pasta,
accompanied
by
Arabic
bread
and
buttermilk.
I
think
if
you
want
to
start
testing
this
type
of
food
and
go
slowly
preparing
your
taste
buds
to
the
flavors
of
the
Middle
East
this
place
is
a
great
option.
The
place
is
small
and
Wednesdays
you
get
there
early
to
reach
the
menu,
as
it
has
a
great
success
and
a
pair
of
standing
ovations
arrives
at
3:30
no
longer
had.
(Original)
Es
uno
de
los
cafés
más
viejos
del
centro
histórico,
su
decoración
y
desgaste
producido
por
los
años
confirman
esta
sensación
cuando
entras.
Si
eres
un
amante
de
la
fotografía
y
haz
ido
al
centro
en
busca
de
objetivos,
cámaras
o
accesorios,
seguramente
te
ha
llamado
la
atención
por
el
contraste
que
tiene
con
el
resto
de
los
negocios
de
la
calle
de
Donceles.
Muchos,
incluida
la
Sra
Tragón
Ramírez,
hablan
de
lo
delicioso
que
es
su
pay
de
dátil
y
bueno
es
así,
sin
duda
es
un
imperdible
de
este
lugar,
tiene
una
deliciosa
mezcla
de
texturas
que
lo
hace
irresistible
al
paladar.
Otra
de
las
delicias
que
tiene
este
lugar
son
sus
dedos
de
novia.
Yo
los
he
probado
en
otros
restaurantes
libaneses
y
casi
siempre
son
pequeños
muy
dulces
y
la
cobertura
se
te
pega
en
las
muelas.
Los
de
aquí
son
muy
largos,
casi
como
una
banderilla
y
con
el
dulce
necesario
para
que
los
acompañes
con
un
expresso
doble.
El
café
que
aquí
sirven,
tiene
una
gran
presencia
de
acidez
y
es
terroso,
me
recuerda
el
sabor
de
los
cafés
preparados
en
lugares
como
el
café
La
habana,
Emir,
Gran
Premio.,
cafes
viejos
y/o
clásicos
que
buscaban
cafés
con
mucho
carácter
y
poco
complejos.
Los
miércoles
la
dueña
del
lugar
prepara
comida
libanesa
muy
casera
el
menú
es
arroz
con
fideo,
carne
y
pasta,
acompañado
por
pan
Arabe
y
jocoque.
Creo
que
si
quieres
empezar
a
probar
este
tipo
de
comida
e
ir
preparando
poco
a
poco
tu
paladar
para
los
sabores
de
Medio
Oriente
este
lugar
es
una
gran
opción.
El
lugar
es
chico
y
los
miércoles
hay
que
llegar
temprano
para
alcanzar
el
menú,
ya
que
tiene
un
gran
éxito
y
en
un
par
de
ovaciones
que
llegue
a
las
3:30
ya
no
había.
