4/5 Nuria 6 months ago on Google
Sitio
agradable
para
conocer,
aunque
experiencia
un
poco
agridulce.
La
atención
bastante
eficiente
por
parte
de
los
camareros
y
la
encargada.
La
comida
buena
de
sabor
pero
demasiado
colmada
de
salsas
muy
pesadas.
Quizá
fue
culpa
de
nuestra
elección
pero
nos
llevamos
la
sensación
de
que
todo
estaba
lleno
de
nata
o
salsas
pesadas.
Para
comenzar
pedimos
el
carpaccio
de
boletus
que
estaba
fuera
de
carta,
realmente
delicioso.
Seguimos
con
media
ración
de
colmenillas
a
la
crema?
Este
plato,
la
primera
cucharada
está
buena,
porque
sabe
a
nata,
pero
después
estás
cansado
de
comerlo.
Creo
que
podría
ser
de
cualquier
seta
y
no
se
notaría
la
diferencia,
está
todo
enmascarado
por
la
nata
y
la
pimienta.
Muy
muy
pesado.
Pensábamos
encontrarnos
las
colmenillas
con
una
salsa,
pero
las
colmenillas
no
se
aprecian.
Continuamos
con
los
raviolis
trufados,
una
vez
más
cubiertos
de
salsa
de
queso
manchego,
rica,
pero
muy
muy
pesada.
El
relleno
bueno,
aunque
está
claro
que
no
es
de
trufa
autentica.
Lo
mejor
sin
duda
la
masa.
Terminamos
con
un
rodaballo,
muy
bueno,
aunque
ración
muy
escasa.
De
nuevo
la
salsa
rica
pero
también
pesada,
espesada
con
nata
o
harina.
Terminamos
con
la
crema
de
yogur
y
limón,
muy
sin
más,
dejamos
la
mitad.
Las
peras
buenísimas.
Deberíamos
haber
pedido
ración
entera.
Yo
pasé
una
tarde
regular
y
mi
acompañante
término
vomitando.
Creo
que
deberían
aligerar
un
poco
las
salsas,
terminas
encontrándote
mal
de
tanta
grasa,
aunque
repito
podríamos
haber
elegido
otras
cosas.
Precio
con
agua
90
euros,
bastante
caro.
Esperábamos
más
la
verdad.