5/5 Angel 4 years ago on Google
Fue
recogida
esta
leyenda
por
el
cronista
Antonio
Guardia
Castellano,
basándose
en
“
una
antigua
conseja
de
la
tradición
alcalaína
que
atribuye
el
origen
de
esta
calle
a
perpetuar
el
recuerdo
el
recuerdo
de
una
hermosísima
mora
enamorada
de
un
capitán
castellano
de
los
que
sostenían
el
cerco
de
la
ciudad”
.
Su
fecha,
en
1340.
Esta
mora,
durante
el
asedio,
solía
bajar,
a
través
de
un
pasadizo,
galerías
y
pasadizos,
a
la
cava,
situada
a
las
afueras
de
la
tercera
muralla.
Allí,
solía
abastecerse
de
las
aguas
de
una
fuente
(de
ahí
el
nombre
de
Fuente
de
la
Mora
actual),
donde
fue
sorprendida
por
dos
soldados
de
guardia
de
las
tropas
castellanas.
Los
soldados,
primero,
creían
que
era
un
fantasma
y
estuvieron
a
punto
de
matarla;
luego,
comprobando
que
era
una
mujer
de
carne
y
hueso
la
detuvieron
y
apresaron;
y,
unos
días
después,
la
presentaron
al
capitán.
Este,
compadecido
por
las
crueles
circunstancias
del
asedio,
le
permitió
que
llenara
sus
cántaros
para
aliviar
la
sed
de
la
moribunda
madre
de
Cava,
al
mismo
que
se
enamoró
de
la
joven.
Sin
embargo,
los
últimos
momentos
de
la
vida
de
su
madre
retardaron
los
encuentros
de
los
dos
enamorados,
lo
que
provocó
el
desasosiego
del
capitán
que
no
comprendía
las
injustificadas
ausencias
de
su
amante.
Muerta
su
madre,
Cava
de
nuevo
volvió
a
la
fuente
para
encontrarse
con
el
militar
castellano
y,
allí,
fue
descubierta
por
su
padre
Zayde
que
no
comprendía
el
deshonor
de
hija.
Por
eso,
le
lanzó
un
dardo
dejándola
exánime
en
los
brazos
del
capitán.
Por
su
parte,
Zayde,
tras
huir,
se
colgó
en
un
chaparro
en
el
callejón
del
Ahorcado.