5/5 Galder O. 2 years ago on Google
Cuando
alguien
de
mi
edad
viaja
a
Portugal,
este
es
el
sitio
que
recuerda
y
espera
encontrar.
Sitios
aparentemente
poco
apetecibles,
apretados
y
anclados
en
el
tiempo,
pero
familiares,
baratos
y
de
comida
casera
de
toda
la
vida.
El
restaurante
es
familiar,
no
ya
solo
por
la
acogida
y
amabilidad
de
los
dueños,
sino
porque
los
parroquianos
son
familiares
o
clientes
de
toda
la
vida
que
te
tratan
como
uno
mas,
haciéndote
sentir
como
en
casa.
Comimos
bacalhau
a
bras
y
carne
al
estilo
alentejano,
que
vimos
cómo
cocinaba
la
mujer
tras
pedir
los
platos
(nada
de
microondas),
y
el
resultado
fue
inmejorable.
No
tengo
ni
un
"pero"
que
decir.
Maravillosa
y
autentica
experiencia.
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