1/5 Alex V. 4 years ago on Google
Por
dónde
empezar:
-No
había
nadie
en
la
recepción,
le
preguntamos
a
una
chica
y
de
mala
manera
nos
dijo
'ahorita
salen',
y
siguió
en
su
videollamada
con
el
novio
(después
nos
enteramos
que
es
una
de
las
dos
hijas
del
dueño,
Martín).
-Una
niña
nos
llevó
a
la
habitación,
que
no
era
la
que
necesitábamos.
Después
nos
llevó
a
otra.
-No
revisaron
la
reservación,
la
niña
nos
preguntó:
"ya
está
pagado,
¿verdad?".
Cualquiera
podría
hospedarse
sin
problema.
-La
habitación
está
muy
descuidada,
los
mosquiteros
del
techo
están
rotos,
los
mosquiteros
de
las
camas
también
tienen
hoyos,
le
faltaba
un
vidrio
a
la
ventana,
por
estas
razón
entran
muchos
insectos,
los
colchones
muy
incómodos
(se
ven
bastante
viejos),
a
mitad
de
la
noche
se
rompió
una
de
las
tablas
que
soportan
el
colchón...
Lo
único
decente
es
el
baño.
-El
comedor
sólo
tenía
pescado,
y
la
que
te
atiende
es
la
misma
de
la
viodeollamada,
ya
se
imaginarán
los
malos
modos
para
responder
preguntas
sobre
la
zona.
-Nunca
conocimos
al
tal
Martín,
los
dueños
de
otros
campamentos
(a
donde
nos
fuimos
a
pasar
el
día
y
a
comer)
nos
dijeron
que
se
la
pasa
en
la
iglesia.
-Mala
atención,
malas
instalaciones,
mal
servicio.
No
regreso.
No
recomiendo.
Mejor
vayan
al
Campamento
Lacandones,
ahí
sí
los
atienden
sin
malas
caras
y
sí
tienen
restaurante
(es
un
campamento
antes).
Pregunten
por
Salatiel
o
por
su
hermano
Abel.
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