5/5 Alberto Sanchez C. 6 months ago on Google
Rene,
quien
cuida
a
los
huespedes
nos
ha
dado
un
trato
exquisito,
su
familia
es
encantadora,
el
lugar
mágico,
la
comida
que
preparan
es
deliciosa,
las
instalaciones
muy
acogedoras
con
mosquiteras
en
los
bungalows,
y
la
selva...
buff...
increible.
Aparte
las
actividades
son
mas
economicas
que
a
traves
de
agencias.
Nos
llevamos
un
gran
recuerdo
de
Pasiflora
camp
y
de
este
lugar
tan
lleno
de
vida.
Sin
duda,
si
volvemos
a
Puerto
Maldonado,
volveremos
a
Pasiflora
Camp.
Echaremos
de
menos
esos
jugos
mañaneros
de
Cacao
Blanco,
los
sonidos
de
las
aves
a
plena
mañana,
dar
de
comer
a
los
caimanes,
así
como
las
conversaciones
tan
interesantes
con
René
y
Alberto,
sobre
las
plantas
sagradas.