3/5 Luis M. 2 years ago on Google
Excelente
atención.
Las
lágrimas
de
pollo
excelentes
en
precio,
cantidad
y
sabor.
En
cambio
el
tartar
lo
tuvimos
que
devolver.
No
lo
cobraron,
como
es
de
menester.
La
casa
se
ofreció
además
a
invitarnos
a
unos
chupitos.
Repito,
excelente
trato
del
personal.
La
dueña
no
estuvo
de
acuerdo
con
nuestras
apreciaciones
sobre
el
tartar.
Es
correcto
preguntar
al
cliente
el
por
qué
no
le
gustó
algo.
No
así
la
actitud
soberbia
y
condescendiente
en
todo
momento,
en
algunos
momentos
irónica.
Más
aún
cuando
nosotros
no
entramos
en
la
cocina
a
decir
cómo
se
tienen
que
hacer
las
cosas,
sino
que
fue
ella
la
que
salió
de
la
cocina
a
preguntarnos
qué
estaba
mal.
Creo
que
cuando
preguntas
qué
está
mal,
la
idea
es
escuchar
la
respuesta,
en
vez
de
afianzarte
en
tu
soberbia.
A
nuestro
ver,
el
tartar
de
atún
debe
llevar
atún
fresco,
no
debe
llevar
pasas
y
no
debe
llevar
guacamole
de
bote
de
makro,
si
no
aguacate.
El
principal
motivo
por
el
que
no
debes
echarle
guacamole,
es
porque
el
tartar
es
algo
muy
fino
y
el
sabor
del
atún
es
algo
muy
delicado.
El
guacamole
opaca
todo
su
sabor.
El
principal
motivo
por
el
que
no
debes
dar
atún
congelado
es
porque
el
atún,
al
congelarlo,
sus
células
se
rompen,
y
al
descongelarlo,
si
lo
das
crudo,
pierde
la
tersura
y
la
consistencia.
La
textura
pasa
a
ser
la
de
gránulos
y
lo
arruina.
Si
lo
congelas
mejor
servirlo
a
la
plancha
o
sellado.
La
respuesta
del
local
es
que
“ellos
lo
hacen
así”.
Por
esa
regla
de
tres
podríamos
pedir
una
tortilla
de
patatas
y
que
le
echasen
Tabasco,
calabaza
y
queso.
Si
la
respuesta
va
a
ser
que
“lo
hacen
así”
pues
estamos
listos.
Cuando
pides
un
tartar
es
algo
internacional.
Se
sobreentienden
los
ingredientes
y
la
composición.
Nadie
pide
una
pizza
y
le
dan
una
coca,
como
intente
hacerle
entender
a
la
dueña.
Creo
que
guacamole,
atún
congelado
y
pasas
no
pegan.
Aunque
nunca
nadie
se
haya
quejado.
Igualmente
3
estrellas
porque
creo
que
la
atención
del
camarero
fue
inmejorable
y
el
resto
de
la
comida
estuvo
muy
bien.
Por
favor,
es
crítica
constructiva,
no
lo
tomen
a
mal.
Intenten
al
menos
aprender
algo.
Ya
sea
de
la
receta,
de
los
consejos,
o
al
menos
de
la
actitud
adecuada
al
dirigirse
a
un
cliente.
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