1/5 Lara E. 1 year ago on Google
Poca
profesionalidad
y
poco
tacto.
Gracias
por
responder,
ya
que
me
dan
la
oportunidad
de
explicar
el
motivo
de
mi
reseña,
lo
haré
encantada.
Si
no
aparezco
en
su
base
de
datos,
se
debe
a
que
no
he
llegado
a
ser
clienta
debido
a
la
mala
atención
recibida.
La
pasada
semana
acudí
a
su
joyería
animada
por
las
reseñas
positivas
y
a
la
confianza
que
me
daba
un
negocio
como
el
suyo,
la
consulta
era
muy
sencilla:
"Me
gustaría
saber
si
tienen
taller
y
pueden
arreglar
un
anillo
de
oro
que
me
han
regalado
y
que
me
queda
grande".
Me
atendió
una
de
las
dependientas,
quien
tras
pocos
segundos
de
observación,
realizó
la
afirmación
de
que
"No
era
oro
ya
que
tenía
un
color
extraño
y
que
parecía
un
baño,
que
lo
llevase
al
lugar
donde
fue
comprado".
Expliqué
que
se
trataba
de
un
regalo
comprado
en
una
joyería
internacional
durante
un
viaje
(ubicada
en
Ciudad
del
Cabo,
Sudáfrica,
con
puntos
de
venta
en
Londres)
y
que
por
ello,
era
imposible
llevarlo
allí.
Aquí
comenzó
el
baile
con
el
anillo:
la
dependienta
pidió
la
opinión
de
otra
de
las
dependientas,
la
cual
se
llevó
el
anillo
(el
cual
perdí
de
vista)
mientras
que
la
dependienta
número
1,
regresaba
al
mostrador
para
decirme
"Que
aquello
no
era
oro,
a
pesar
de
que
tenía
el
sello,
que
sería
una
especie
de
baño,
y
que
la
piedra
que
tenía
incrustada:
"no
era
nada,
debe
de
ser
plástico"
".
Abrumada
por
tanta
afirmación
y
opinión
no
solicitada,
sin
entender
muy
bien
qué
ocurría,
expliqué
que
la
piedra
se
trataba
de
una
morganita
(quizás
no
muy
comercializada
en
España)
y
que,
debía
reafirmarme
en
que
se
trataba
de
un
anillo
de
oro
sólido,
concretamente,
de
9ct,
ya
que
así
venía
perfectamente
especificado
en
la
descripción
del
producto
y
cuidados
de
la
joya
que
adjuntaba
la
marca
(si
quieren
echar
un
vistazo,
se
trata
de
"Dear
Rae").
La
dependienta,
erre
que
erre
con
que
no
era
oro,
me
enseña
ejemplos
de
anillos
que
tienen
un
baño
de
oro,
para
explicarme
que
"Parecen
de
oro,
pero
no
lo
son".
Entendería
que
el
motivo
de
la
explicación
fuese
para
decirme
que
si
se
hacía
más
pequeño,
y
no
era
oro,
se
perdería
el
color,
pero
decidí
recalcar,
una
vez
más
"Que
no
era
el
caso,
ya
que
este
anillo,
es
de
oro".
Hasta
ahí,
entendí
las
dudas
y
la
necesidad
de
comprobar
la
autenticidad
o
pureza
del
anillo,
aunque
a
título
personal,
me
estuviesen
pareciendo
unas
formas
un
poco
fuera
de
lugar.
Aquí
es
cuando
aparece
nuevamente
la
otra
dependienta,
con
mi
anillo,
para
decir
que
lo
ha
pasado
por
una
máquina
que
comprueba
su
pureza
y
que
"No
es
oro".
Le
explico
que
me
parece
muy
extraño
que,
una
joyería
de
la
categoría
en
la
que
fue
comprado,
se
expongan
de
esa
forma
y
engañen
a
sus
clientes
vendiendo
artículos
que
no
son
de
oro
cuando
especifican
que
lo
son,
y
explico,
nuevamente
a
ella,
que
"Se
trata
de
un
anillo
de
oro
sólido
de
9ct
con
una
morganita".
Su
respuesta:
una
pequeña
risa
y
una
afirmación
"9
kilates?
mujer,
9
kilates
no
son
nada,
esto
no
tiene
ningún
valor,
es
como
si
estuviésemos
hablando
de
bisutería".
Ante
tal
torpeza
y
atrevimiento
verbal
(ustedes
sabrán
mejor
que
nadie
que,
el
valor
de
una
joya,
no
siempre
lo
marca
su
coste
económico,
sino
su
significado
emocional),
le
explico
a
la
mujer
que
"Valor
tiene
todo
el
del
mundo,
está
cargado
de
un
sentimentalismo
enorme,
y
que
no
he
entrado
allí
a
que
lo
tasen
ni
opinen,
entré
con
la
consulta
clara
de
si
podrían
hacerlo
más
pequeño".
En
este
momento,
me
imagino
que,
siendo
consciente
de
que
ha
metido
la
pata,
me
dice
que
"Ah
bueno,
si
es
achicarlo
sí
se
puede"
y
ahí
es
cuando
digo
que,
"por
supuesto
se
puede,
pero
que
no
lo
harán
ustedes"
y
me
voy.
Me
parece
totalmente
lícito
que
decidan
qué
arreglar
y
qué
no,
faltaría
más,
pero
hubiese
sido
preferible
un
"Lo
lamentamos,
no
podemos
realizar
este
trabajo"
sin
la
necesidad
de
caer
en
valoraciones
y
juicios
personales
no
pedidos,
y
el
mal
rato
que
me
hicieron
pasar
sobre
qué
era
el
anillo
y
qué
no,
ni
qué
valía
ni
qué
dejaba
de
valer.
Entiendo
que
no
es
un
dato
que
les
interese
pero
decirles
que,
el
anillo
ha
sido
arreglado
ya
(bajando
3
tallas)
sin
ningún
problema
en
una
joyería
vecina.
Un
saludo.