4/5 Carlos Ruiz B. 5 years ago on Google
(Translated
by
Google)
The
San
Felipe
de
Barajas
castle
was
built
by
the
Spanish
as
an
impregnable
fort,
synonymous
with
power
and
supremacy.
The
then
governor
of
the
city
of
Cartagena,
Francisco
de
Murga,
was
responsible
for
acquiring
the
necessary
funds
for
the
construction
of
the
castle,
so
in
1656
the
works
began.
Pedro
Zapata
de
Mendoza,
who
served
as
governor
of
the
Bolívar
department
at
that
time,
was
in
charge
of
the
construction,
while
engineer
Ricardo
Carr
was
commissioned
to
draw
up
the
plans.
During
the
uprising,
eight
guns
and
four
artillerymen
were
installed
as
defense
mechanisms;
The
fort
was
also
guarded
by
twenty
soldiers.
However,
the
fort
suffered
several
damages
after
it
was
attacked
by
the
Baron
de
Pointis
in
1697.
As
time
passed,
the
enormous
structure
was
the
subject
of
multiple
renovations.
In
addition
to
the
eight
original
guns,
another
fifty-five
pieces
were
installed
to
complete
a
maximum
of
sixty-three
guns,
all
equipped
with
their
own
artillery
corps,
after
the
military
Antonio
de
Arévalo
undertook
the
work
in
mid-1762.
(Original)
El
castillo
San
Felipe
de
Barajas
fue
construido
por
los
españoles
como
un
fortín
inexpugnable,
sinónimo
de
poder
y
supremacía.
El
entonces
gobernador
de
la
ciudad
de
Cartagena,
Francisco
de
Murga,
fue
el
responsable
de
adquirir
los
fondos
necesarios
para
la
edificación
del
castillo,
por
lo
que
en
1656
se
iniciaron
las
obras.
Pedro
Zapata
de
Mendoza,
quien
se
desempeñaba
como
gobernador
del
departamento
de
Bolívar
en
aquella
época,
estuvo
al
frente
de
la
construcción,
mientras
que
al
ingeniero
Ricardo
Carr
le
fue
encargada
la
elaboración
de
los
planos.
Durante
el
levantamiento
se
instalaron
ocho
cañones
y
cuatro
artilleros
como
mecanismos
de
defensa;
el
fortín
también
estaba
custodiado
por
veinte
soldados.
Sin
embargo,
la
fortaleza
sufrió
varios
desperfectos
luego
de
que
en
1697
fuese
atacada
por
el
barón
de
Pointis.
Con
el
transcurrir
del
tiempo,
la
enorme
estructura
fue
objetivo
de
múltiples
remodelaciones.
Además
de
los
ocho
cañones
originales,
se
instalaron
otras
cincuenta
y
cinco
piezas
para
completar
un
máximo
de
sesenta
y
tres
cañones,
todos
acondicionados
con
su
propio
cuerpo
de
artilleros,
luego
de
que
el
militar
Antonio
de
Arévalo
emprendiera
las
labores
a
mediados
de
1762.
4 people found this review helpful 👍