4/5 Sandra L. 8 months ago on Google
El
lugar
corresponde
a
una
casa
adecuada
para
el
restaurante,
en
la
sala
y
comedor
se
encuentran
las
mesas,
es
bastante
limpio
y
arreglado,
decorado
con
plantas
que
hacen
que
el
ambiente
sea
relajado
y
tranquilo.
La
comida
realmente
corresponde
a
una
opción
saludable
ya
que
cocinan
sin
aceite,
sin
harinas,
libre
de
lácteos
y
de
azúcar,
generalmente
el
menú
consta
de
la
proteína,
la
ensalada
y
dos
acompañamientos,
ojo
no
es
vegetariano,
ni
vegano,
¡ES
SALUDABLE!
por
la
forma
en
que
preparan
los
alimentos
y
por
los
ingredientes
utilizados.
Quizás
la
atención
no
es
la
más
rápida,
se
demoraron
30
minutos
en
servir
el
almuerzo,
supongo
que
mientras
preparan
las
proteínas
y
mezclan
los
ingredientes
de
la
ensalada,
entonces
si
de
pronto
tienes
algo
de
prisa,
no
es
la
opción
más
veloz.
En
cuanto
al
precio,
considero
y
aunque
teniendo
en
cuenta
algunos
ingredientes
(que
uno
sabe
que
son
costosos)
y
valorando
el
esfuerzo
y
la
mano
de
obra,
ES
ELEVADO,
solo
la
bandeja
cuesta
entre
$26
y
$37
mil
(dependiendo
de
la
proteína
seleccionada),
esto
no
incluye
ni
sopa
o
crema
o
fruta,
ni
la
bebida,
estos
últimos
son
adicionales
y
oscilan
entre
$7
y
$9
mil
pesos,
lo
cual
me
parece
exagerado.
Claramente
la
propuesta
va
dirigida
solo
a
cierta
población
con
capacidad
adquisitiva,
no
todas
las
personas
pueden
acceder
a
esa
comida
por
el
precio.
En
mi
opinión
y
con
la
escasez
de
este
tipo
de
opciones
que
presenta
la
ciudad,
podrían
ajustar
los
precios
y
eso
ayudaría
a
que
más
gente
pudiera
acceder,
en
la
hora
que
estuve
en
el
lugar,
no
entró
nadie
más,
aunque
también
manejan
servicio
a
domicilio
y
de
este
se
rescata
que
utilizan
empaque
biodegradable.
El
servicio
fue
normal,
nada
por
resaltar
o
criticar.
Se
encuentra
bien
ubicado,
en
el
barrio
Las
Quintas,
zona
segura
y
al
frente
tiene
una
bahía
de
estacionamiento
gratuito.
Limpieza
y
comida,
considerablemente
buena.
Precio,
a
considerar
dependiendo
de
tu
bolsillo.
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